El 29 de noviembre, en Bruselas, la Agencia Europea de Defensa celebró la entrega del 1er Premio a la Innovación en Defensa, “1st EDA Defence Innovation Prize”, el cual premia a empresas y centros de investigación que propongan las tecnologías, productos o servicios más innovadores en el ámbito de la defensa. Una de las dos ideas ganadoras está directamente relacionada con el óxido de grafeno, aumentando así las posibilidades de aplicación de este material.
Esta idea nació en AITEX, el Instituto Tecnológico Textil, de la mano de José Manuel Ramos Fernández. En ella se propone el desarrollo de una nueva familia de sensores, integrados en soluciones textiles, que permitan identificar y cuantificar agentes químicos utilizados en ataques. La idea se basa en la fabricación de narices electrónicas en las que los microsensores estarán compuestos de distintos óxidos de grafeno.
La utilización del óxido de grafeno como sensor de agentes de guerra química permitirá reemplazar los sistemas actuales basados en óxidos metálicos, los cuales son rígidos y no permiten su integración en textiles. El óxido de grafeno permitirá obtener lo que se denomina un sistema totalmente wearable, lo cual es un claro avance con respecto a las tecnologías actuales. La integración de estos sensores en textiles expandirá su uso, no sólo en indumentaria, si no en todos los lugares donde los textiles están presentes (Infraestructuras, automóviles, etc..).
Desde aquí nuestra enhorabuena a AITEX, centro tecnológico con el que nos une una estrecha colaboración. Esperamos que esta nueva aplicación para el óxido de grafeno sea pronto una realidad.